500 personas en la Jornada para Laicos representantes de parroquias

ENCUENTRO DE LAICOS (REPRESENTANTES PARROQUIALES)

MURCIA 19 DE OCTUBRE DE 2019. (Colegio Maristas de la Fuensanta Murcia)

MEMORIA DEL ENCUENTRO

Por fin, tras meses de trabajo, tuvo lugar el Encuentro de Representantes Parroquiales de Nuestra Diócesis de Cartagena, para lo cual fueron de gran ayuda las magníficas instalaciones del Colegio Marista de la Fuensanta de Murcia. Instalaciones aptas para acoger a los cerca de 500 asistentes al acto que ha tenido lugar en la fecha arriba indicada. Infinitas gracias a los Maristas por ceder sus instalaciones para la realización de este evento que, sin duda, tendrá una repercusión positiva en aras a alcanzar el objetivo de conseguir que todos los bautizados, nos convirtamos en auténticos misioneros de la Palabra. Palabra que llena de esperanza a un mundo que se ahoga en la angustia del sinsentido, o del sentido que marcan los intereses ciegos y egoístas.

Un éxito organizativo que permitió la realización del evento con todos sus actos y contenidos en el horario marcado. Aunque el verdadero éxito consistió más bien en que cada uno de los asistentes, de un modo u otro, por unos momentos u otros, por la oración o la ponencia, o por la inestimable exhortación de nuestro Obispo, se sintió tocado en su corazón, e impulsado a llevar a cabo la tarea encomendada: “Llevar la luz de Cristo al mundo entero”.

A las 10,05 H da comienzo el Encuentro con la oración de Laudes. Los salmos cantados ayudan a profundizar más en la oración. La visualización en pantallas de toda la oración, con sus salmos, himno, lectura, preces... es una gran idea que, además de ayudar en la participación de todos y todas de la oración, supone un grandísimo ahorro de papel; un pequeño gesto demostrativo, de que la casa -planeta- también importa y es una de las tareas de los creyentes cristianos.

Merece ser destacada la significativa representación del laicado en sus tres edades, que acompañaron sobre el escenario la ponencia de D. Luís Manuel Romero, Director de la CEAS. Ponencia que comienza a la 10,40 H. con 5 minutos de adelanto sobre el horario previsto en el programa, y tras su presentación por parte de los presentadores y moderadores del evento -Teté y su esposa Coti-, por cierto, es justo mencionarlo: “extraordinarios presentadores”. Por supuesto, ambos momentos precedidos por la exhortación de nuestro Obispo tras la oración.

La ponencia ha girado en torno a tres preguntas que planteaba D. Luís Manuel:

- ¿Por qué un Congreso de Laicos? - ¿Para qué un Congreso de Laicos? - ¿Cómo se está organizando el Congreso?

No será necesario en este memorándum transcribir textualmente todo el contenido de la ponencia, ya que contamos con un documento audiovisual que estará al alcance de todos y todas en cuanto sea posible, para que, de este modo, en toda la Diócesis podamos avanzar 1

al mismo ritmo, informados en todo momento y evitando las sorpresas innecesarias para todos aquellos que, por unas razones u otras, no han podido asistir a este evento u otros.

Comienza el recorrido D. Luís Manuel, exponiendo lo que los distintos magisterios de los papas, desde San Juan Pablo II (Christifideles Laici, 30 de diciembre de 1988). Benedicto XVI (Roma, 9 de octubre de 2012: Conclusiones Sínodo de los Obispos). Finalmente, el Papa Francisco, con sus numerosos escritos, homilías..., tomando el testigo de sus predecesores se está convirtiendo en el verdadero impulsor de esta idea. Eso sí, insiste D. Luís Manuel en que esta idea parte del Concilio Vaticano II (Lumen Gentium Cap. IV), e insiste en que esta tarea ni siquiera tiene sus raíces en dicho Concilio, sino que hay que buscar su origen en nuestro Bautismo. En su exposición hace varias referencias a la carta que el Papa Francisco envía al Cardenal Ouellet de Latinoamérica sobre la importancia de los laicos en la misión evangelizadora de la Iglesia. Citas que nosotros ya hemos reflexionado, pero que merece la pena recordar y tener siempre presentes: “Ninguno hemos sido bautizados sacerdotes ni obispos, hemos sido bautizados laicos...”.

Nos pide que atendamos la observación del Papa Francisco, la cual nos alerta del cambio de época”. El “siempre se hizo así, ya no vale”. Se necesita un nuevo talante para la evangelización. Una “conversión pastoral” que ponga como centro a los destinatarios. El sueño del Papa Francisco es el de llevar a cabo una misión capaz de una transformación total. Para ello, se hace necesario un cambio de mentalidad tanto en los pastores, como en los propios laicos: costumbres, lenguaje, homilías...

Como para este proyecto es necesaria la formación del laico, habrá que cambiar también los horarios, ya que los laicos tienen que trabajar y poco sentido tiene convocarlos a horas que no puedan asistir. En este sentido, también habrá que tener en cuenta las propias obligaciones del laico, sobre todo las familiares, por lo cual habrá que ser rigurosos en respetar los horarios; el comienzo y el final de las reuniones o encuentros. Así el resto de los detalles que pueden ser o convertirse en un obstáculo para alcanzar la finalidad que se persigue.

Nos invita con las palabras del Papa Francisco a “dejarnos sorprender por Dios”. De este modo no caeremos en la rutina, sino que la ilusión y la esperanza siempre estarán vivas.

Propone acciones concretas que nosotros ya hemos contemplado y reflejado en nuestros trabajos por considerarlas de necesidad. Entre ellas, “el impulso del Consejo de Pastoral, y el Consejo Diocesano”. La necesidad de reflexionar sobre nuestra vocación bautismal. La comunión y la sinodalidad: “laicos, pastores y religiosos/as”. Ser una verdadera Iglesia en salida (Papa Francisco), lo cual pasa por que nuestra Iglesia sea “casa de puertas abiertas”, sea “oasis” para sedientos y abatidos por la vida, sea incluso “hospital” que cure las heridas del alma que son las más dolorosas y destructivas. La “escucha” recíproca pastores - laicos. “Conocernos”, todos y los distintos grupos y movimientos... lo cual pasa por potenciar y fortalecer las relaciones en toda la Diócesis. Poner las “relaciones” por encima de las estructuras: “No somos trabajadores de oficinas, sino de proyectos”. Huir del individualismo. Destaca también D. Luís Manuel en este proceso la necesidad del “acompañamiento”,

2

teniendo en cuenta que la mejor compañía es Jesús. Aunque por supuesto también se trata de que pastores acompañen a laicos, así como éstos acompañen a los pastores. Para explicar en qué consiste la “dimensión misionera”, menciona la parábola de la oveja perdida, pero en forma invertida, es decir -y esto parece ir dirigido a los pastores- a reconocer que las 99 que quedan en el redil necesitan todos los cuidados y no solo ser peinadas o acariciadas: “No ser peinadores de ovejas, sino verdaderos pastores”. Esto no exime de la responsabilidad de “salir” a las periferias tanto físicas, como existenciales, pues no se puede perder de vista lo de ser un “pueblo de Dios en salida”.

Alerta también D. Luís Manuel en adquirir y hacer nuestra la idea de que no solo es comprometido el que desarrolla muchas tareas parroquiales, sino el que testimonia su fe en todos los ámbitos y espacios de la vida cotidiana. Remite a todo el auditorio hacia la “Exhortación Apostólica Evangelli Gaudium del Papa Francisco”, para tomar conciencia de que “cada uno de nosotros y nosotras somos una misión”.

Insistiendo de nuevo en la necesidad de la “formación” y ésta “integral” y “permanente”, siempre desde la vocación, capacitándonos para la misión, así como proponiendo caminos de discernimiento personal y comunitario, el ponente pasa directamente al punto tercero de su intervención, para resumir en qué consistirá el Congreso de Laicos del 14 al 16 de febrero en Madrid.

Importante la observación que hace al respecto, indicando que el Congreso de Madrid no se limita a las fechas previstas e indicadas, sino que ha comenzado ya con este trabajo que hemos desarrollado en nuestra Diócesis y en las otras 59 de las 69 de España. Tampoco acabará todo en el Congreso de Madrid, sino que será un paso más en el proyecto. Los pasos que da la Iglesia ciertamente son lentos, pero es necesario para que sean seguros.

Tras explicar el desarrollo y contenido del Encuentro de Laicos de Madrid y su necesidad de limitarse a 2000 participantes, invitando también a su difusión por medio de las redes sociales, comienza el momento de preguntas al ponente. Preguntas que hacen tanto los presentes, como los ausentes por medio del hashtag (#) habilitado en las redes para facilitar la participación de los que no pudieron ir. La mayoría de las intervenciones no fueron preguntas, sino más bien compartir las reflexiones presentadas por el propio D. Luís Manuel, así como también el reconocimiento de muchos de las propias carencias: “la falta de ardor...”. “Falta de enamoramiento...”. “Sacramentos, oración y la concienciación de que la conversión ha de producirse cada día”.

También hubo preguntas: ¿Hay conciencia entre los párrocos de esta nueva realidad? R. Es un cambio al que habrá que adaptarse todos ¿Qué perciben los pastores de los laicos en este proyecto? R. Ilusión. ¿Qué instrumentos se pondrán en marcha para la realización de este proyecto? R. Surgirán del Congreso.

A continuación, e incluido como contenido extra al programa, se felicita a D. José Manuel nuestro Obispo por su cumpleaños con una tarta, y por supuesto cantándole el “cumpleaños feliz”. Tas el agradecimiento de nuestro Obispo, se pasó al momento de descanso y refrigerio en el que nuestro “Pastor” quiso compartir la tarta con nosotros.

3

Tras el tentempié, a las 12,30 H. cumpliendo diligentemente con el horario, asistimos a la presentación del resumen del trabajo realizado en las zonas pastorales, mediante un visual thinking. Trabajo arduo e in extremis que a pesar de su densidad y dificultades, ha dado un buen resultado. Un agradecimiento a su autor ( ).

A la hora establecida, las 12,45 H. interviene nuestro Obispo para mostrar su agradecimiento por el trabajo realizado en las 150 parroquias de la Diócesis participantes, sobre el cuestionario presentado por la Conferencia Episcopal Española como preparación al Congreso de Laicos de Febrero en Madrid. Destaca el buen trabajo realizado y la abundancia de respuestas a las cuestiones, las cuales servirán como base para conseguir esa renovación pastoral que pretende impulsar el Papa Francisco.

D. José Manuel tiene la esperanza de que los frutos se darán, no será fácil, pero viendo la respuesta del laicado asegura que será posible. Toma el Evangelio de San Lucas para mostrar las dificultades a las que se enfrentaba la comunidad a la que el evangelista escribe, y nos exhorta a continuar el camino, mantener la “tensión” necesaria para avanzar siempre firmes en la fe, pues tenemos la seguridad de que “en el camino está Dios”. Merece la pena destacar la ingeniosa frase que describe a esos cristianos que solo acuden a la Iglesia para bautizos, comuniones, entierros... : “Cristianos fijos discontinuos” . También resulta significativo e iluminador el ejemplo de ese niño que visitaba el Obispado y perplejo pregunta: ¿Oye, y por qué aquí todos son tan amables? R. Porque estamos en la Iglesia. (Merece la pena tener presente la alegría y la amabilidad para que los fijos discontinuos y los más alejados sientan de veras que las puertas están abiertas de par en par) Para acabar su intervención, nos da ánimos para continuar con la misma ilusión, trabajar y caminar con total valentía y con una conciencia clara de que somos “familia”, auténtico apoyo junto con la fuerza del Espíritu Santo. Finalmente acaba su intervención haciendo suyas las palabras del Papa Francisco: “No perdáis la alegría! ¡No permitáis que os la roben!

Es evidente la ilusión y la esperanza que D. José Manuel tiene puestas en los laicos y en este proyecto en cada una de sus palabras, gestos, actitudes; ante lo cual nuestra respuesta ha de ser positiva.

Acaba el Encuentro con la Oración de Envío y la bendición de Monseñor dentro del horario establecido.

Un auténtico éxito gracias al esfuerzo de la comisión.

4